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viernes, 27 de septiembre de 2013

CUENTO DEL OLIVO DEL TAJAR

CUENTO DEL OLIVO DEL TAJAR. Cuenta la historia de un Rey y una Reina mora. Ellos por gracia de su legado en tierras de Alhajar y como fruto de su amor, tubierón a una hija, la cual llamarón Yamira. La princesa era tan guapa y tan fácil de admirar por su belleza y encanto. En el décimo cumpleaños la princesa recibiò muchos bonitos y elegantes regalos, entre ellos un olivo pequeño para plantar. lo que hizo mucha ilusión. Lo plantó, regó y abonó además de ponerle nombre; "Tajar" así fué nombrado el olivo de la princesa. Yamira todos los días iba al encuentro del olivo del Tajar, aveces lo regaba y sin querer y sin darse cuenta hablaba con él contándole sus quehaceres más intimos y sus inquietudes más perseverantes. ...Y pasó el tiempo. La princesa ya tenía edad de mujer y le surgió el tema de buscar el verdadero amor. Pero no era fácil debía ser un joven apuesto y noble que desprendiese la suficiente magía como para contentarla y para ser el futuro rey de Alhajar. ...Y contándole su pena a Tajar la princesa rompió a llorar, abrazando al olivo. Fué entonces cuando dos de sus ramas se retorcierón hasta abrazar a la princesa y a soltar una especie de polvo amarillo, el cual formó una nube. En lugar del olivo apareció un apuesto joven que destapó su velo y la beso, diciendo: Mi princesa ya llevo sufriendo por Vos veinte de mis dulces años de existencia, Vos me habéis saciedo la sed y el hambre, yo la escuche desde el fondo y más preciado sentiento, hasta ver que su pena me desbordó el corazón. Más Ala a querido cumplir mi deseo, que no es otro que apagar también la sed de vuestro corazón por amor. Vengo en su busca mi princesa. Soy Tajar el olivo que Vos plantasteis. Yamira no podía salir de su asombro, y lo contempló con su corazón bebiendo juntos de la fuente del amor al besarse. Ya convertido en principe para amarla hasta el fin de sus días en la tierra. Así el nuevo territorio se llamó Tajima que fué el nuevo legado de la Reina Yamira y el Rey Tajar en pos del amor y a través del espiritu mágico del olivo convertido en principe. Cuando la Reina Yamira y el Rey Tajar dejarón de existir, sus almas fuerón a parar a los olivos de la zona, así los pobladores adorando el fruto y a estos árboles y conjugango la historia para quedar a buén recaudo de todo aquel que aprecie el amor de forma voluntaria y desamor de soledad con tristeza de añorar el verdadero amor.

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